domingo, 12 de febrero de 2017

CALISTENIA Y LAS PAUSAS LABORALES DESDE MI PUNTO DE VISTA

CALISTENIA Y LAS PAUSAS LABORALES DESDE MI PUNTO DE VISTA

Uno de los aspectos más importantes para desarrollar una tarea laboral en un puesto de trabajo asignado es la adaptabilidad entre el ambiente laboral y el sujeto ejecutor. El conocimiento de lo que va a realizar y en qué condiciones es fundamental para evitar lesiones acumulativas, en especial de las extremidades superiores y de columna vertebral, que son los sitios con mayor frecuencia de lesión. Un buen estado físico y mental prevendría a mediano y largo plazo el desarrollo de trastornos de la salud.

Es preocupante observar que aún en pleno siglo XXI existan empresarios que no se preocupen por el bienestar de sus empleados y que la única finalidad es la de producir para generar más ingresos dejando de lado la salud laboral. 

En el presente escrito pretendo proporcionar alguna información de utilidad sobre el entrenamiento del cuerpo humano a través de la práctica física, alternando con el descanso, para potenciar todas sus cualidades como la fuerza, flexibilidad y resistencia de sus músculos y de esta forma prevenir los trastornos óseo-musculares, controlar la monotonía laboral, reducir el estrés ocupacional y propiciar la integración grupal.

Este entrenamiento del cuerpo humano debe ir asociado a un conjunto de ejercicios que trabajen con movimientos corporales para tonificar grupos musculares utilizando únicamente el peso del cuerpo, pudiéndose realizar en espacios no necesariamente definidos, valiéndose del equilibrio y el auto-control.

Estos ejercicios conocidos como CALISTENIA (viene del griego KALLO (belleza) y STHENOS (fortaleza) que significa “lleno de vigor”), y como los estoy relacionando con el trabajo, lo he calificado como CALISTENIA LABORAL.

En mi experiencia, este tipo de calistenia laboral proporciona a los empleados un estado de ánimo adecuado para iniciar la jornada de trabajo. El momento más adecuado para realizar la calistenia laboral es al inicio de los primeros 60 minutos de una jornada laboral y no debería durar más allá de tres a cinco minutos. Así mismo, cada vez que dentro de la jornada laboral las tareas se suspenden por más de 20 minutos, se deberían realizar estos ejercicios al retornar a las actividades normales del trabajo, periodo conocido por muchos como pausas activas.

Pero esto no debería quedar aquí. Adicionalmente y dependiendo de ciertas características de las tareas en especial en aquellas cuyos movimientos o gesticulaciones técnicas de las extremidades superiores son rápidos, similares o no y de cortos periodos de tiempo de ejecución (segundos), la jornada laboral debe combinarse con pausas pasivas. 

En estas pausas no se deben realizar ejercicios de calistenia laboral. Se debe conceder un periodo de tiempo adecuado para que el empleado logre una recuperación muscular aceptable en aquellas tareas donde el resultado del proceso es un producto obtenido con movimientos corporales con altas velocidades de ejecución y sin descanso.

Otra opción que propongo es que cada cierto tiempo de tareas a altas velocidades de ejecución muscular, el empleado colabore con la empresa laborando en otras tareas que no impliquen altas velocidades de ejecución muscular, y viceversa. 

Por último, los empleados deben aprender a respirar durante las tareas y la ejecución de las calistenias laborales para proporcionar suficiente oxigeno para los tejidos, especialmente el cerebral y muscular. Siempre deben comunicar al jefe inmediato la presencia de alguna enfermedad que pudiera complicarse o impedir la realización de los ejercicios o ser el causante de algún accidente grave o fatal.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario